¿Cómo era un aula real?

Solo el Cine. Del aula como espacio arquitectónico, al aula como espacio fílmico cúbico corpóreo, a la película de Hernán como espacio plástico vi dimensional en capas lienzo, a la pantalla como espacio de proyección, a la sala de cine como dispositivo a la italiana sentados mirando al frente con la luz apagada, a la película emitida por aire en un canal de televisión.

los electrones y los bits

¿Nos preguntamos acaso cuantos electrones pasan por los cables de cobre? ¿entendemos realmente qué es un electrón y si este mueve un pulso telefónico, una onda de radio o una señal televisiva? y sin embargo, entendemos claramente como regular la privacidad de las comunicaciones interpersonales y como evitar la censura en el diálogo público.

Por qué ya nadie va al cine

Necesitamos fomento a la producción audiovisual como bien cultural humano y celebración de ello sin artificio. Sin medidas artificiales de tiempo, de estreno, de circulación. Porque ya no existe. Ya los críticos no ven las películas o las ven en funciones privadas o en un link en sus computadoras. Ya los espectadores no van al cine, ven las películas en sus casas, en ciclos programados en bares (pienso en Hasta Trilce) o en asociaciones civiles o en un link en sus electrodomésticos.

Las dos Metrópolis de Fritz Lang

Existe en el pasaje continuo de la copia alemana a la argentina evidenciado por las rayas que son huella de la historia que trae consigo nuestra copia, un particular desarrollo de los personajes secundarios, de los sirvientes y de los ayudantes del protagonista y de su padre. Algo hermoso para ver para nosotros, porque los argentinos como esclavos económicos del primer mundo y su Fondo Monetario Internacional preservamos en nuestra copia la historia de los empleados que había sido borrada de la Metrópolis eurocentrista.