La actividad de formación en audiovisual fue pionera en la República Argentina, contando a principios de la década de los setenta con alumnos egresados de Universidades Nacionales trabajando en noticieros, publicidad, realizando documentales y experiencias en los canales de televisión locales. Esto fue brutalmente interrumpido por la última dictadura cívico-militar, incluyendo el cierre de las carreras, la desaparición de docentes y alumnos y el desmantelamiento del equipamiento técnico existente. A raíz de esta persecución muchas televisiones en Argentina se vieron coartadas. Para la recuperación de la democracia en la década de los ochenta, mucho de lo aprendido sobre medios de comunicación se había perdido, las personas y las experiencias que se recuperan lentamente dan lugar a la reapertura de carreras universitarias de formación en audiovisual.


En la década de los noventa se reabren y surgen nuevas carreras de cine y comunicación audiovisual, no en las mejores condiciones ni con los mejores presupuestos, en medio de un proceso de reducción del Estado. En relación directa, surge en el ámbito privado, un nuevo espacio de desarrollo profesional: el cable. El cable, antes de su proceso de concentración, representaba la experiencia cercana de pequeñas empresas privadas (pyme) que poseían un canal local y producían (como podían) algunos programas propios. Esta expresión de diálogo entre lo local y lo global nace en un contexto de des-regulación, sin objetivos, ni planificación concreta; dejando a las pequeñas empresas sujetas al libre juego de los grandes pulpos transnacionales de medios. A fines de los noventa, con la compra por parte de dos grandes competidoras nacionales de la totalidad de las pequeñas y medianas empresas de cable de los pueblos y ciudades, se comienza a desmantelar las señales locales propias, destruyendo así la trama que sostenía el trabajo de los profesionales y desarmando las experiencias televisivas particulares de cada localidad. El cable deja de ser un espacio de diálogo entre lo local y lo global, para representar una simple boca de expendio del satélite.

En este contexto precarizado del cable de los noventa, se formó una camada de profesionales que tuvieron trabajo hasta la llegada del cierre de las señales locales. Hubo sin embargo el desarrollo de proyectos satelitales de calidad para quienes trabajaban en los grandes centros urbanos, señales como: Cablín, Retro, el primer Sólo tango, los inicios de Fashiontv, Muchmusic, TyC Sports entre otras, fueron algunas experiencias realizativas originales de la televisión argentina por esos años.

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Control Estudio 1 ATC (2003)

    La crisis de producción entre el año 2000-2002 hace reconfigurar la manera en que se hace televisión. La televisión comercial definitivamente se recluye en sus estudios y en sus satélites. Los jóvenes realizadores, por el contrario, aprovechan los primeros equipos de video digitales y salen a las calles a grabar los relatos de esa crisis.

    A partir del año 2003 aparece una nueva forma de hacer televisión, primero como experiencia piloto dentro del canal de televisión de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires CiudadAbierta (2003-2006) que retoma las prácticas del video digital (DV por sus siglas en Inglés) posibilitando el registro con cámaras livianas y casetes de muy bajo costo. Emitiendose por la red de cable a millones de televisores, Ciudad Abierta, contrata a un grupo de jóvenes (entre 25 y 30 años), estudiantes avanzados de las Universidades Públicas Nacionales, algunos de ellos también docentes, investigadores o artistas (fotógrafos, cineastas, videastas, guionistas, cantantes). Entre 2003 y 2006 el canal produjo el 100% de su programación en exteriores y con equipos propios. Entre sus ex-trabajadores se destacan: la realizadora de cine y fotógrafa publicitaria Karin Idelson, la cantante Miss Bolivia, el guionista Diego Sasturain, el productor Gabriel Reches, el realizador y editor Rodrigo Caprotti, la archivista Carolina Cappa, entre otros. Este canal recupera el lugar de las señales locales como un ámbito de trabajo y formación para personas de las industrias culturales y las artes en sus ciudades de residencia. La Televisión Local como usina fundamental en su rol de promotor dentro del grupo social de las personas vinculadas a las Artes Audiovisuales.

    En 2007 se presenta la señal Encuentro, puntapié inicial para la construcción de un nuevo mapa de medios en el país. Encuentro logra subir el piso de la calidad técnica y expresiva en el ámbito televisivo. Encuentro, como señal nacional, supone otro compromiso distinto al de Ciudad Abierta. Mientras que las señales locales dan unidad y trabajo a un grupo de profesionales del audiovisual en una ciudad específica, una señal nacional pone los criterios mínimos de exigencia. Encuentro es el referente indiscutido. Su sistema de producción es relacionarse con productoras nuevas y pre-existentes para solicitarles series finalizadas bajo un estricto control de calidad llevado a cabo en la figura del productor delegado.

Con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual surge la posibilidad de reconstruir los medios locales, regionales, en red y nacionales para que puedan dialogar entre sí y con la oferta global (casi siempre global de globalización hace referencia a señales de las distribuidoras estadounidenses). La Ley 26.522 propone la creación de señales en red que puedan compartir sus contenidos, con un piso de producción propia de 60% y cuota de pantalla para el cine nacional. Así surgen las primeras experiencias de gran nivel como la señal de noticias CBA24N de la Universidad Nacional de Córdoba o DeporTV del Ministerio de Educación, proyectos de envergadura pensados como señales nacionales y regionales. BACUA, el Banco Audiovisual de Contenidos Universales de la Argentina, aporta un Repositorio Digital para alimentar la cuota de programación de las nuevas señales. A su vez aparecen nuevas experiencias más pequeñas, que intentan dialogar en territorio con la comunidad y articular vínculos que les permita existir y desarrollarse.

Las actuales reglamentaciones de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) promueven también el acceso a la Televisión sobre Redes de Datos (IPTV).

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ConectarIgualdad con Snitonizador TDA (2013)

Para ello es importante reconocer el entramado de este nuevo paisaje mediático. Las distintas ciudades de Argentina donde existen carreras de cine o comunicación audiovisual (CABA, GBA Sur, La Plata, Tandíl, Rosario, Santa Fe, Resistencia, Saez Peña, Posadas, San Salvador de Jujuy, Tucuman, Córdoba, San Luis, La Pampa, Cipolleti, Viedma, Rio Gallegos) actúan como nodos de la actividad audiovisual desde principios de los años dos mil con la existencia de egresados de esas carreras que han organizado Festivales Regionales de Cortometrajes y han compartido experiencias en torno a los cines EspacioINCAA. Estos nodos han obtenido cierta visibilidad a través del programa Polos que les otorgó entidad como productora dentro de las Universidades. 30.000km de Red Federal de Fibra Óptica que en relación con la empresa Argentina de Soluciones Satelitales S.A. (ARSAT) está pronta a dar servicio mayorista de Banda Ancha y la nueva Ley #ArgenitnaDigital son la base estructural que sostiene un diseño de intercambio audiovisual en red. La licencia de empresas minoristas TIC que puedan brindar servicios de comunicación audiovisual sumando una señal local propia de televisión y el transporte de las demás señales locales sobre sus  redes de datos (IPTV).

Con la reciente creación de Señales Televisivas Locales Públicas (provinciales y universitarias) y su proyección hacia las cooperativas y empresas de servicios.  Relevar las experiencias existentes mediante entrevistas para luego generar un documento de uso que pueda aportar información útil para la conformación y funcionamiento de otras nuevas.

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Conecto viejas tecnologías de video con otras nuevas.