Este domingo 23 de septiembre de 2018 fuimos al MALBA a ver la proyección 35mm de Metrópolis (Fritz Lang, 1927) con música en vivo de Fernando Kabusacki y Matías Mango.

Ver Metrópolis de 2010 es ver dos películas en simultáneo. https://goo.gl/6EnqMo

El flaco y Josaphat

La historia de los personajes secundarios.

Existe en el pasaje continuo de la copia alemana a la argentina evidenciado por las rayas que son huella de la historia que trae consigo nuestra copia, un particular desarrollo de los personajes secundarios, de los sirvientes y de los ayudantes del protagonista y de su padre. Algo hermoso para ver para nosotros, porque los argentinos como esclavos económicos del primer mundo y su Fondo Monetario Internacional preservamos en nuestra copia la historia de los empleados que había sido borrada de la Metrópolis eurocentrista.

El asistente de los niños bien en el jardín maquilla a una de las niñas y tiene más tiempo y más planos en su tarea, se relaciona con sus amos y está más atento con lo que les pasa a ellos que en la versión alemana.

La mano derecha del padre (Josaphat) sufre mucho más su despido por las escaleras, lo hace más en carne propia y eso lo convierte en alguien con más identidad para ser ayudante del protagonista (Freder) como para no suicidarse y convertirse luego en su empleado.

En su reemplazo, entra a la oficina del padre el flaco matón encargado de espiar y seguir a Freder. Quien tendrá muchísimo más desarrollo, interactuando con su alter ego hasta el punto de tener una escena solos en la casa de Josaphat donde se relacionan entre pares: empleado contra empleado en roles simétricos.

El obrero Georgy (11811) que toma el lugar del protagonista, tiene existencia al tomar una decisión propia que deja de ser una anécdota y pasa a tener un desarrollo al ir a pasar la noche al cabaret de los chicos ricos Yoshiwara (nombre de la zona roja de Tokio) donde luego será presentada en sociedad la falsa María (HEL).

Yoshiwara

El científico Rotwang tiene más relación con Joh Fredersen (el padre de Freder) al dedicar más tiempo a su relación con HEL (madre de Freder) delante del Telón Rojo antes de presentar al Ser-Máquina.

Para finalizar, el protagonista arriesgará su vida en un Last Minute Rescue al subir por las vigas de hierro a quitar las rejas que impedían a los niños salir por el sistema de ventilación y volver a descender para ayudar a María con los últimos niños.

Aquí además es donde se puede ver exactamente la mano del corte de todas las escenas anteriores, su intención precisa: porque toda la secuencia está quitada de la versión alemana hasta el punto donde el raccord vuelve a tener sentido cuando Freder vuelve a estar debajo, en el lugar donde lo habíamos dejado antes del corte. Hay entonces una perfecta intensión de mantener la continuidad de la película en la versión alemana, cortando 20 minutos que corresponden a la evolución de los personajes secundarios y al definitivo cambio de lugar del protagonista. Dejando a la versión alemana como una sencilla explicación de la anécdota.

Una pesquisa retrospectiva va descubriendo el deseo de quitar las provocaciones sexuales del film, que obliga sistemáticamente luego a omitir fragmentos enteros para mantener cierta coherencia narrativa: así al quitar todo lo referente a Yoshiwara, al deseo sexual de los hombres por HEL, a su provocación, a su dirección y a su mención tangencial, es que poco a poco se van quitando también las referencias a la mujer como objeto de deseo hasta volver al inicio del film cuando el asistente de los niños bien maquilla sugestivamente la boca de la acompañante de Freder de rojo en los jardines.

Siguiendo a Los cinco Faustos de F.W. Murnau (Luciano Berriatua, Filmoteca Española, 2002) podemos pensar que la copia restaurada alemana corresponde a los envíos de la UFA para el mercado estadounidense, mucho más pacato, y que nuestra copia argentina es mucho más fiel a la construcción fílmica alemana de Fritz Lang.

Lo que mejor se ve de la copia restaurada alemana podemos pensar fue hecha de fragmentos de copias preservadas por los sajones. La UFA cae en su propia trampa de enviarle a aquellos copias simplificadas de sus películas para un público del fast-food cultural encuentre la paradoja de que la preservación se las devuelva como las en mejor estado de conservación. Guardar y acumular, ese gesto de la tradición protestante, nos sirve muchas veces para recuperar imágenes perdidas de nuestras culturas tal y como los dueños del dinero y la tradición del archivo (sus arcanos) las han querido guardar. En cambio, se encuentra en la copia argentina (rayada, usada y disfrutada) la única versión de la totalidad del film existente al momento. Podríamos decir de la tradición latina de usar y mostrar y de socializar y compartir en comunidad; de contar, hablar y transmitir oralmente nuestras experiencias también nos aseguran una forma de preservar en el traspaso del amor a las imágenes de una generación a otra: la cinefilia.

Es en la conjunción de estas dos tradiciones que el domingo 23 de septiembre de 2018 en el MALBA pudimos descubrir que existía una versión restaurada por los alemanes que había borrado el desarrollo de escenas y personajes en pos de una simplificación productiva donde lo que sobra somos simpáticamente nosotros. Ni la mano, la mente ni el corazón, ni ricos ni obreros; los empleados de los protagonistas o lo que pareciera llaman ahora: los países emergentes.

@obsoleta

****

PD: seguramente ya alguien ha analizado con rigor las diferencias entre la copia alemana y la argentina, se agradece si dejan esas citas en los comentarios.

Publicado por obsoleta

Conecto viejas tecnologías de video con otras nuevas.