Chino Basic (Bebe Kamin, Canal 13, 1987) es el testimonio de una experiencia exitosa de divulgación científica a través de la televisión: el ciclo Ciencia y Conciencia. Este pequeño proyecto televisivo auspiciado (financiado) por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Presidencia de la Nación dio la posibilidad a jóvenes realizadores del audiovisual de grabar un mediometraje en base a un tema dado para ser exhibido en televisión abierta. El programa en sí consistía en una mesa redonda con una presentadora, un grupo de expertos y la proyección del audiovisual en cuestión. Producido con muy bajo presupuesto y en muy pocas jornadas, la experiencia llevó a la pantalla televisiva masiva de los ochenta un poco de aire fresco gracias al marco que le ofrece el período histórico denominado “primavera alfonsinista”. Este tipo de experiencia tendrá su momento más alto alrededor del bicentenario con las producciones para las señales Encuentro y TecTV (2010-2014). Grupos de investigación de las distintas ramas de la ciencia en relación con pequeñas casas productoras integradas por jóvenes realizadores del audiovisual haciendo sus primeros pasos en los medios masivos. Este modelo ya no existe, porque ya no existen los medios de comunicación de masas.
En 1987 la televisión argentina estaba en su “edad de oro del color”. Las novedades tecnológicas tienen un tiempo social para convertirse en masivos electrodomésticos. Si bien, la tecnología del color estaba disponible hacía ya una década, se consolida con el mundial México ‘86. Nuevos aparatos receptores frutos del plan austral copan las casas de clase media de las capitales de provincia y es así como con la llegada de los aparatos color, pequeños receptores blanco y negro a transistores son liberados a “la habitación de los niños” o a “las casas de las señoras que limpian”. La parafernalia comunicacional inaugurada por la dictadura en 1978, llega por suerte y en consecuencia tarde como para dar su mensaje castrense y en su actualización democrática de 1986 “la caja boba color” se llena de películas antes prohibidas que serán emitidas por el ciclo Función Privada de ATC en horario central, del destape que será emitido por Canal 9 con lo mejor de la revista porteña para todo el país y de la divulgación de la ciencia, la tecnología, la educación cívica con propuestas realizativas renovadoras de la Fundación Plural a través de Canal 13.
En ese contexto Rodolfo Hermida con El Monitor Argentino desde Canal 13 y Roberto Cenderelli con La Generación (entre otros) desde ATC le ponen nombre a un estilo contemporáneo de realización audiovisual videográfico desde adentro del medio televisivo. Bebe Kamín formará otro grupo, más emparentado al cine publicitario, quienes solamente harán su aporte en esta experiencia del Ciclo Ciencia y Conciencia junto (entre otros) a Carlos Sorín (La era del ñandú, Canal 13, 1987) con quién había compartido la aventura de estudiar cine en la UNLP durante los tempranos setenta con Alberto Yaccelini como docente.
LA COMPUTADORA
Sin la noche de los bastones largos (29 de julio de 1966), Clementina más temprano que tarde se hubiese encontrado en algún momento con los televisores de «El curso de ingreso 1964-65” de la FCEN (UBA) transmitido en directo por CCTV desde Ciudad Universitaria a la Manzana de las Luces. De ese encuentro entre la computadora y la televisión nace en EE.UU. lo que llamamos Interfaz Gráfica con el Usuario (GUI). En Chino Basic el protagonista comienza escribiendo a máquina su artículo sobre el fenómeno de la informática en la sociedad. Hasta esos días el dispositivo de salida por excelencia había sido la impresora, la metáfora de la HMI (Human-Machine Interface) hasta entrados los setenta fue la de recordar (comandos, sintaxis) y tipear. Recordar y Tipear como forma de comunicación entre humanos y computadoras hizo que investigadores y profesionales de las “letras” (escritores, lingüistas, guionistas, poetas) sean las primeras profesiones en acercarse al mundo de las computadoras a través de la programación en lenguajes cada vez más cerca a la comunicación humana que a la del código máquina (como por ej.: el BASIC). Con la llegada de la televisión color, los pequeños televisores portátiles blanco y negro a transistores pasaron a la habitación de los niños, como habíamos descrito más arriba. Pues bien, una revolución traerá utilizar esos televisores como dispositivos de salida de pequeñas computadoras 8bit en la década de los ochenta. La metáfora para comunicarse con las máquinas pasará de “recordar y tipear” a “apuntar y clickear (o disparar)”. Los videojuegos de las micro-computadoras serán las primeras grandes experiencias gráficas masivas de la informática con un público hogareño: se convertirán en electrodomésticos. La informática entró en las casas de clase media de todas las capitales y ciudades medianamente urbanas de provincia en la Argentina impulsada por un programa de “compre nacional” ensambladas con marcas locales reconocidas por las familias: Drean, Talent y motores Czerweny serán las principales.
Chino Basic va más allá. Estructurado en dos partes iguales: primero la vida sin computadoras, luego la vida con computadoras (graciosamente muy similares entre sí); da testimonio de una época, hace 40 años, en una sociedad muy distinta a la nuestra. Resulta innegable pensar que el grupo realizativo del audiovisual estaba formado por gente joven y de pensamiento abierto y actual, sin embargo el personaje es profundamente misógino y el mundo que lo rodea es oscuro y abrumador. La computadora aparece de la nada en su obsesión personal por escribir un artículo periodístico y le refuerza sus aspectos individualistas y autocomplacientes. Su novia lo deja al comenzar el video aduciendo que no se conecta con los demás y cita, mientras se baña, secuencias de Después de hora (Martin Scorsese, 1985); más luego en su derrotero el protagonista conoce a una nueva chica que viene del mundo de la informática y con quien comparte esa mirada individualista. Ella le cita mientras se baña, en una situación espejo con la del inicio del video, otra película: Brazil (Terry Gilliam, 1985). ¿Es acaso que para los guionistas Leonardo Moledo y Bebe Kamin la informática masiva es una forma de alucinación individual, como una droga para sedar revoluciones posibles?
¡AY IA!
La última secuencia de Chino Basic trae además una nueva actualización, ahora la interfaz entre humanos y máquinas no es ni la de “recordar y tipear”, ni la de “apuntar y clickear” sino la de «hablar naturalmente«. Al protagonista le suena el teléfono y la máquina le habla como si fuera un humano a través del auricular, mientras en simultáneo le escribe en la pantalla. Hoy, el lenguaje natural es el último grito de la moda en las Interfaz con el Usuario (UI) que se ha promocionado con el nombre de fantasía de Inteligencia Artificial (IA). El teléfono es el dispositivo que utilizamos actualmente para comunicarnos tanto con sistemas informáticos (bots) como con humanos de manera indistinta. No existe un test de Turing que resista a un abuelo recibiendo un chat automático o un mensaje de su nieta. Todo es el mismo pequeño mundo individual de humanos solos muy aferrados a su objeto de apego: plástico, vidrio, litio y silicio.
La escritura quedó tres niveles abajo, incluso la escritura en lenguajes de alto nivel como el Python (que toma el nombre de la serie televisiva Monty Python de la que Terry Gilliam es creador). Todos los electrodomésticos están llenos de informática, pero ninguno tiene teclado. Los usuarios ya no programan. Eso está muy claro: el LOGO de Papert, las microcomputadoras de los ochenta, la BBC micro de Acorn, el HTML de Tim Berners-Lee, la One-Laptop-per-Child (OLPC) de Alan Kay y Nicholas Negroponte, las Conectar Igualdad o las del plan Sarmiento con Huayra; ya no existen. Ahora el poder está de nuevo en manos de expertos. Las chicas geek de los suburbios no podrán experimentar programar desde sus casas, solo podrán hablar con voces sintéticas que les digan que son bonitas.
EL SESGO
¿Quién escribe los algoritmos? Existe una película francesa de la misma época de Chino Basic que se llama Kung-fu Master! (Jane Birkin, Agnes Varda, 1988). Es la historia de una señora de 40 años que se enamora de un compañero de secundaria de su hija. Es una hermosa historia de amor, donde entre otras cosas el chico protagonista juega Kung-fu Master.
Debajo de la voz sintética de la interfaz natural hay un mundo de automatismos que consiguen la información que dice nuestra Siri o Alexa del momento (el último capítulo del libro Understanding Media (Marshal McLuhan, 1965) es justamente La Automatización). En castellano además le agregamos una capa extra debajo que es la traducción al inglés de ida y de vuelta. Fue así como el 11 de Agosto de 2019 una de las primitiva IA (Larita Poelking) nos divertía con sus problemas de traducción recíproca en el envío masivo de propaganda política.

La mala traducción hace también que mucha gente juegue a pedirle anagramas a las IA. El resultado es un juego divertido y sencillo para poner de manifiesto los mecanismos implícitos detrás de la fantasía cinematográfica de Her (Spike Jonez, 2013) a un grupo de neófitos atónitos.

Debajo de la voz, el programa corre en modo gráfico (como en el final de Chino Basic) y debajo de las X aún en modo texto. Así que se hace muy difícil saber quién finalmente ha escrito este salvaje código que nos somete. ¿Fuimos nosotros mismos? ¿Fue ya la misma máquina? Las espectadoras actuales asistentes a las proyecciones de Chino Basic notaron rápidamente el sesgo machista y misógino del mediometraje. Cuando le pedimos a la IA que nos recite la sinopsis de la película Kung-Fu Master!, ya sin siquiera prestar atención a la concordancia de género de los nombres de la actriz (femenino) y el actor (masculino), se nos presenta brutalmente el problema: “Un hombre (Jane Birkin) divorciado se enamora de la compañera (Mathieu Demy) de clase de su hija (Charlotte Gainsbourg) adolescente.”. ¿Es la computadora incapaz de pensar que una señora se enamore del compañero de escuela de su hija? Capaz que aquí está la respuesta: los algoritmos los escriben hombres de clase media blanca de entre 25 y 65 años. El protagonista de Chino Basic hoy ha envejecido y por más que lo intente él ni nadie puede escapar a su propio sesgo. Las computadoras ahora vuelven a estar en manos de sus dueños, y las chicas geek de los suburbios sólo tendrán likes a sus tetas y voces sintéticas autocomplacientes que se perciban (las voces, no ellas) como inteligentes e imparciales; y sobre todo ya no podrán ni querrán programar.
Hemos recorrido todo el camino de Chino Basic: desde After Hours a Brazil.
@obsoleta MMXXV
Bibliografía:
Chino Basic (Bebe Kamin, 1987, 41′) https://vimeo.com/30759803
Apuntes para excavar los medios (Germán Celestino y Monti, 2013)
El curso de ingreso 1964-1965 https://bibliotecadigital.exactas.uba.ar/collection/foto/document/foto_n00368
After Hours https://www.youtube.com/watch?v=eML1HIX3fk0
Brazil https://www.disneyplus.com/es-ar/movies/brazil/5yUwk5XS2kUV
Kung-fu master! Videojuego (Gameplay) https://www.youtube.com/watch?v=DH6HAsblulw
Kung-fu master! Film (Trailer) https://www.youtube.com/watch?v=ADXW_ml4Vf4
Her https://www.youtube.com/watch?v=hm3OmcAv2Og
El paisaje mediático del mañana (Revista Fibra)
Del Sketchpad al iPad (Revista Fibra) https://www.academia.edu/17854159/Del_Sketchpad_al_iPad
Arte y Medios: de la cultura de masas a la cultura de redes (Libro) https://www.academia.edu/44291086/ARTE_Y_MEDIOS_de_la_cultura_de_masas_a_la_cultura_de_redes_Maria_de_los_%C3%81ngeles_de_Rueda_compiladora
Una Geología de los medios (Jussi Parikka, Caja Negra, 2020) https://cajanegraeditora.com.ar/libros/una-geologia-de-los-medios-jussi-parikka/
Jorge LaFerla (Articulos académicos) https://ucine.academia.edu/JorgeLaFerla
Comprender los medios de comunicación de masas (Marshall McLuhan, Paidós, 1996)